Se acerca el final de la  5º edición del Campo de Voluntariado de Marroquíes Bajos, y como toda excavación los últimos días son los más comprometidos. Es cuando los hallazgos surgen de la tierra y hacen acto de presencia. Y esta excavación no iba a ser menos.

A primera hora de la mañana, nuestra compañera María del Carmen Pérez, con su habitual experiencia, ha delimitado dos fosas de una todavía funcionalidad indefinida en el sondeo 26 B. Estas estructuras no están excavadas en el suelo geológico sino en los estratos sedimentarios de tierra, de aquí la dificultad para descubrirlas, dejando sorprendidos a propios y extraños que presenciábamos el momento.

Can facilidad hemos retomado la excavación teniendo en cuenta este hallazgo para una correcta diferenciación estratigráfica, separando los materiales en los cubos numerados.

A media mañana hemos recibido la estimada visita de los arqueólogos José Luis Serrano y Carmen Rísquez. Conocedores de la Zona Arqueológica de Marroquíes Bajos, hemos cambiado impresiones sobre la excavación y los materiales arqueológicos que están documentándose y con su apreciada ayuda hemos podido confirmar cronologías y dataciones aproximadas.

Al mismo tiempo, la empresa FCC ha terminado con su arduo trabajo de desbrozado y retirada de vegetación y maleza silvestre que poblaba el sitio arqueológico. El mantenimiento periódico con esta práctica redunda positivamente en el aspecto más atractivo de la excavación y, sobre todo, sobre los restos arqueológicos que allí se encuentran.

A última hora de la mañana, como de costumbre, ha sido el momento del trabajo de laboratorio. Hoy ha sido el turno de la reintegración de piezas cerámicas, llegando a conformar varias de ellas a base de adhesivo nitrocelulósico reversible. Mañana comprobaremos los resultados que presumimos serán más que satisfactorios.